A lo largo de mi carrera ha tenido la suerte de visitar templos, aprender de monjes estimados y embarcarme en viajes transformadores para profundizar aún más en mi comprensión de estas antiguas prácticas. Comprometido con el desarrollo contínuo, el crecimiento personal y el progreso en el aprendizaje, me aseguro de impartir clases de alta calidad, respetando las tradiciones milenarias y adaptándolas a las necesidades individuales de cada alumno, con un enfoque centrado en la excelencia pedagógica, la disciplina y el bienestar integral de los participantes.

Mi pasión por estas artes y mi continuo contacto con sus orígenes han alimentado mi deseo de ampliar mis conocimientos más allá del ámbito de la actividad física. Simultáneamente he profundizado en la medicina y la fisioterapia chinas, realizando estudios rigurosos para mejorar mi comprensión del cuerpo humano y sus intrincadas conexiones, siempre con un respeto profundo por la naturaleza, reconociendo su poder sanador.

MI CAMINO EN EL TAOÍSMO

Mi nombre es Miguel Ángel Linares, y a lo largo de los años, las prácticas taoístas, especialmente el Nei Kung, han transformado profundamente mi vida tanto a nivel físico como espiritual. Con más de 27 años de experiencia en estas disciplinas, he dedicado mi vida al estudio y la enseñanza de las prácticas orientales para la energía vital que se enfoca en el cultivo de la energía interna o "Qi" para mejorar la salud, la vitalidad y el bienestar general.

Desde mis primeros encuentros con el taoísmo, su filosofía me ha ofrecido una comprensión más profunda de la vida, mostrándome el camino hacia el equilibrio y la armonía entre el cuerpo, la mente y el espíritu. A través de técnicas como el Qi Gong, la meditación taoísta y las prácticas de Tai Chi, he experimentado una mayor conexión con mi ser interior y con el mundo que me rodea.

Las enseñanzas del taoísmo han impactado positivamente en todas las áreas de mi vida. Los beneficios del Nei Kung no solo se limitan al cuerpo físico, sino que también abarcan el bienestar mental y emocional. Algunos de los principales beneficios que he experimentado y que comparto en mis clases incluyen la mejora de la salud física, el fortalecimiento del sistema inmunológico, el aumento de la vitalidad y la longevidad, así como una reducción del estrés y la ansiedad. A través de la práctica regular del Qi Gong y la meditación taoísta, he aprendido a mantener la calma y la serenidad en la vida cotidiana, incluso en tiempos de incertidumbre.

Las técnicas taoístas trabajan directamente con el flujo de energía en el cuerpo, promoviendo una mayor vitalidad y claridad mental. El camino del Tao me ha permitido encontrar una mayor paz interior y desarrollar una conciencia más profunda de mi ser.

Mi misión es compartir los conocimientos y los beneficios que las prácticas taoístas me han brindado, ayudando a otros a descubrir su propio equilibrio y armonía a través de estas técnicas milenarias. Ya sea que estés buscando mejorar tu salud física, encontrar una mayor calma mental o explorar el desarrollo espiritual, las enseñanzas del Nei Kung y del taoísmo pueden ofrecerte una transformación profunda.

A lo largo de los años, las enseñanzas taoístas han sido una fuente inagotable de sabiduría y transformación para mí. El taoísmo me ha enseñado, ante todo, a vivir en armonía con la naturaleza y con el flujo de la vida. A través de sus enseñanzas, he aprendido que la verdadera sabiduría reside en aceptar las cosas tal y como son, sin resistirnos al cambio, sino más bien fluir con él. Esta perspectiva me ha dado una nueva forma de ver el mundo, menos rígida y más abierta a la incertidumbre que es inherente a la vida.

Las prácticas taoístas como la meditación, el Qigong y la contemplación del Tao, me han brindado una serenidad interior que antes desconocía. A través de la meditación, he encontrado un espacio de silencio y paz en medio del ruido de la vida cotidiana. Este espacio me ha permitido conectar conmigo mismo, reconocer mis emociones y pensamientos sin juzgarlos, y encontrar un equilibrio entre mi mente y mi cuerpo.

El Qigong, con su enfoque en el flujo de la energía vital (Qi), ha revitalizado mi cuerpo y mi espíritu. A través de sus movimientos suaves y conscientes, he cultivado una mayor vitalidad y salud. Me ha enseñado a escuchar mi cuerpo, a moverme con él y a cuidar de mi energía de una manera que nunca antes había experimentado.

Pero quizás la mayor enseñanza que el taoísmo me ha ofrecido es la comprensión de la simplicidad y la humildad. En un mundo que a menudo nos empuja hacia la competencia y la acumulación, el taoísmo me ha recordado que la verdadera riqueza se encuentra en la sencillez, en vivir de acuerdo con nuestros valores más profundos y en encontrar la paz dentro de nosotros mismos.

He aprendido que el Tao no se trata de alcanzar metas externas, sino de encontrar el equilibrio y la armonía dentro de uno mismo. Esta filosofía ha cambiado mi enfoque de la vida, haciéndome más consciente de cada momento y más agradecido por las pequeñas cosas que antes daba por sentadas.

A través de este viaje, he descubierto que el camino del Tao no es un destino, sino un viaje continuo de aprendizaje y crecimiento. Y aunque aún estoy lejos de comprender todos sus misterios, cada paso en este camino me ha llevado a una mayor paz interior y una vida más plena.

Por todo esto, siento una profunda gratitud hacia las enseñanzas del taoísmo. Es mi deseo que, al compartir mi experiencia, otros también puedan encontrar inspiración y quizás descubrir el poder transformador de estas antiguas prácticas.

Con gratitud y serenidad,

Miguel Ángel Linares.